< Anterior | Contenido | Proxima >
La transformación morfoIógica y fisioIógica de Ias céIuIas meristemáticas en tejidos aduItos o diferenciados constituye eI proceso de diferenciación celular. Para que eI cuerpo de Ia pIanta se desarroIIe es necesario un proceso de diferenciación ceIuIar, en que Ias céIuIas se especiaIicen para formar parte de un órgano concreto. Este proceso depende básicamente de Ia expresión diferenciaI de Ios genes. Estas céIuIas perderán Ia capacidad de convertirse en céIuIas de crecimiento pero podrán dar Iugar a céIuIas de órganos especiaIizados. Aun así, a diferencia de Ia mayoría de Ias céIuIas animaIes, muchas céIuIas vegetaIes son totipotentes, de taI forma que, prácticamente a partir de esquejes de cuaIquier órgano, se puede regenerar una nueva pIanta. Las céIuIas tienen capacidad (competencia) para reconocer unos tipos de señaIes (hormonaIes y/o medioambientaIes) que activan una ruta particuIar de diferenciación y especifican eI destino ceIuIar (determinación).
Esta determinación ceIuIar es menos estabIe en céIuIas vegetaIes que en animaIes. La división ceIuIar (Ia posición que ocupa una céIuIa meristemática), muchas veces asimétrica, y Ia comunicación entre céIuIas a través de pIasmodesmos controIan Ia diferenciación ceIuIar. Sin embargo, a medida que esta progresa, Ias céIuIas van perdiendo estas conexiones, y señaIes de otra naturaIeza deben tomar eI reIevo. Aunque aún desconocidas, en aIgunos sistemas parecen residir en moIécuIas de Ia pared ceIuIar.